SEGA Game Pack 4 in 1

No recuerdo en qué momento ni por cuánto tiempo este título acompañó a Game Gear, pero sirvió de alternativa a los habituales Columns y Sonic, dos de los candidatos principales a la hora de estrenar la portátil de SEGA. El pack 4 en 1 fue amor a primera vista (bueno, en parte), caí rendido en cuanto mi primo Daniel se presentó con su nueva adquisición: una Game Gear para amenizar sus viajes del pueblo a la ciudad.

Reunir cuatro programas distintos en el interior de un pequeño cartucho custodiando una memoria de escasa capacidad, debería ser una pista del verdadero carácter de esta recopilación. En una época en la que la duración media de un arcade rondaba los 20 ó 30 minutos, aquí nos encontramos con un tipo de entretenimiento aún más ligero, a caballo entre una experiencia completa y el concepto moderno del minijuego.

Los cuatro juegos incluidos van de lo insulso a la sorpresa. Empezaré por la tanda de penaltis, consistente en nada más y nada menos que en eso mismo. No es fútbol, no hay partidos, ni equipos, nada, simplemente penaltis. Cuando nos toca patear el balón, un menú viñeteado en pantalla nos permite seleccionar dirección y altura. Es francamente ridículo, la verdad. Era bonito de ver, jugué mucho, pero me hacía sentir insatisfecho.

También tenemos un clon de Columns. Aquí sí estamos ante un juego un poquito más hecho con su menú de opciones, dificultad... La mecánica es una variante más sencilla de Columns: los bloques desaparecen si al menos cuatro del mismo color forman una cadena. Dicho de otro modo, ya no es necesario formar lineas y columnas rectas, pero tened en cuenta que las diagonales no sirven y que no hay modo infinito, sólo FLASH. Me gusta, buena distracción. Sin embargo, siempre pensé que el diseño de los bloques no era atractivo. 

Mención destacada para el partido de tenis en el que Sonic ejerce de árbitro tal como Mario hizo también en alguna ocasión. Es un arcade divertido con bastante ritmo, dificultad seleccionable y más posibilidades de lo que parece a simple vista: boleas, dejadas, globos... aunque a medida que aumentes la dificultad, probablemente acabes abusando del saque a la esquina para desestabilizar al rival. 

Finalmente, el motivo por el que esta compilación, aun con sus lógicas carencias llegó a enamorarme. Me refiero al juego de carreras, un rally superando varias etapas enlazadas sin pausa entre ellas, al estilo de los clásicos como Out Run, pero sin selección de ruta. Desde el perfecto desplazamiento y respuesta, pasando por un diseño de sprites monísimo e impecable, el colorido sorprendente y transiciones entre etapas, cada apartado me parece una verdadera belleza. Pese a su simpleza, es uno de los recuerdos más satisfactorios que conservo de Game Gear, una joya en bruto.

Nunca lo habría comprado por sepado, pero incluirlo con la consola (así lo obtuvo mi primo) lo convertía en un buen acompañamiento. Y eso es todo sobre el pack 4 en 1. 

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