Factory Panic

SEGA y Japan System House hicieron algo que siempre me ha gustado y considero muy interesante: vendernos un puzle con aspecto y planteamiento de arcade. Aquí no encontraremos bloques multicolor cayendo del cielo, sino un personaje cumpliendo su tarea mientras intenta escaquearse de los guardas. Pero dejando mis gustos a un lado, creo realmente que Factory Panic saca a relucir las cualidades de Game Gear.

La buena gente de Segaville está desesperada ante el desabastecimiento de suministros y bienes propociado por el señor Greede, magnate corrompido de dinero que está apoderándose de todas las fábricas cercanas. ¿Y qué vas a hacer tú? Infiltrarte en sus fábricas y ayudar a tus conciudadanos a obtener los artículos que tanto reclaman, desde medicinas y comida hasta unas cuantas consolas. A su paso por la red de cintas transportadoras, dichos suministros tendrán que ser redirigidos accionando el repertorio de botones instalados en cada fábrica, modificando así el circuito por el que viajan.

Como de costumbre, teoría y práctica no tienen nada que ver. El trabajo de nuestro Robin Hood particular se va complicando con fábricas más enrevesadas, personas que demandarán distintos tipos de objetos (alguien que solicita medicinas no querrá una Game Gear), guardas que mejoran su armamento, chatarra inservible acumulándose en la cinta y una variante jugable que modifica la mecánica general, me refiero a los niveles sin pulsadores. Determinadas fábricas no disponen de los mecanismos vistos al inicio de la partida, es el jugador quien mediante la colocación de puentes donde considere oportuno, encaminará los objetos a su destinatario haciéndolos pasar de una cinta a otra.

La idea es perfecta cuando consigues controlar el caos que supone llegar a un nuevo nivel, pero hay un aspecto que a mí hoy en día me tira para atrás. La partida completa se aproxima a una hora de juego, es demasiado tiempo pegado a la consola para un título que invita a resolver un par de niveles y descansar. Al carecer de sistema de passwords, no te lo puedes tomar como un breve instante de desconexión, tienes que jugarlo de principio a fin. No me parece la mejor manera de disfrutarlo al máximo, menos mal que hay truco para selecionar cualquiera de los 32 niveles y continuar donde lo dejaste.

En definitiva, un puzle muy interesante con un envoltorio arcade que le da mucha vidilla. Además, suena muy bien y se ve fantástico, gráficos bien definidos con los que es fácil desenvolverse, y un fabuloso parallax de regalo en la intro. No es para todo el mundo, se lo recomiendo a jugadores pacientes que busquen algo nuevo si no lo conocieron. Cuando lo alquilé de niño no me gustó tanto como ahora, pero sí, en Hobby Consolas tenían razón, era un buen juego.

Como dato curioso, la versión japonesa (Ganbare Gorby! / がんばれゴルビー!) está protagonizada por Mijaíl Gorbachov, quien fuera presidente de la Unión Soviética cuando este cartucho se lanzó en 1991.

Imágenes de GiantBomb

Truquitos y consejos

Selección de nivel. En la pantalla de presentación pulsa: 1, 1, 2, 2, 2. Ahora, pulsa y mantén pulsada IZQUIERDA. Sin soltarla, toca START.

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