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1991

Reseñas de juegos lanzados en Europa durante 1991 y exclusivos de otras regiones de ese mismo año.

Es el año que Game Gear llega a occidente y, aunque todavía no la poseo, ya tengo en el punto de mira este sorprendente hardware que ni siquiera comprendo. ¿Juegos tan buenos en un "juguete" a pilas? No, no lo entendía.

Mientras crece mi afición y la de mi familia por los videojuegos, Game Gear va recibiendo cosas tan bonitas como OutRun, Sonic The Hedgehog y mi querido Woody Pop, ¡adoraba ese juego! (nunca lo tuve, snifff...)

Columns

Quizá, lo que algunos no sepan, es que esta clara respuesta al sensacional binomio formado por Game Boy y Tetris, no es un juego concebido en el interior de SEGA, sino un programa ideado por Jay Geertson, ingeniero de Hewlett-Packard. Por entonces, debido a los acontecimientos legales en torno a Tetris, que impedían su publicación en sistemas domésticos exceptuando los de Nintendo, la industria estaba desesperada por desarrollar un concepto similar.

Factory Panic

SEGA y Japan System House hicieron algo que siempre me ha gustado y considero muy interesante: vendernos un puzle con aspecto y planteamiento de arcade. Aquí no encontraremos bloques multicolor cayendo del cielo, sino un personaje cumpliendo su tarea mientras intenta escaquearse de los guardas. Pero dejando mis gustos a un lado, creo realmente que Factory Panic saca a relucir las cualidades de Game Gear.

Super Monaco GP

Todavía recuerdo Super Monaco GP con mucha nostalgia y más de un suspiro incontrolable, presente en la caja de mi consola europea aunque no incluido con ella. Supongo que muchos otros niños compartieron ese mismo sentimiento, pero tener una Game Gear en casa acompañada por Columns ya era suficiente subidón, nunca se me habría ocurrido quejarme.

Woody Pop

Atónitos ante una nueva forma de diversión, las imágenes se sucedían entre marcianitos de otros mundos, personajes estrafalarios con tareas incomprensibles, carreras de motos y una pelotita rebotando de un lado a otro en una pantalla llena de "ladrillos". Este último juego era Arkanoid, éxito arrollador de Taito bajo una premisa tan estimulante y sencilla, que hasta los neófitos como nosotros* quedábamos prendados.